Por Thelma Figueroa / Hoy
Foto por José Andrés de los Santos
20 de abril de 2015
La noche del pasado sábado el cielo tenía pocas estrellas que brillaban…
en la Tierra había caído una, justo en el escenario del nuevo
Anfiteatro Municipal Nuryn Sanlley. Su nombre: Pablo Alborán, quien
brilló con luz propia, como era de esperarse.
Alborán, lleno de energía y romanticismo, arribó al escenario justo a
las 9:00 de la noche para iniciar el concierto en Santo Domingo de su Tour Terral 2015, que se desprende de su más reciente disco titulado Terral, lanzado el año pasado. Vestido de manera sencilla, un pantalón
gris, un t-shirt y zapatos negros, y con seis músicos de cómplices, la
voz impresionante de Pablo Alborán conquistó por completo a todos los
presentes, que llenaron el aforo con capacidad para unas 2,600 personas.
La Escalera, Quimera, Un Buen Amor y Desencuentro, fueron
algunos de los primeros temas interpretados por el cantautor y músico
español, quien mantuvo al público de pie toda la noche contagiado de su
energía y su voz.
Buenas noches, Santo Domingo, espero que esta noche podamos parar el
tiempo y olvidarnos de los problemas, porque hoy soy de ustedes. Fueron
las primeras palabras de Alborán ante el público en su mayoría juvenil
que lo aclamó todo el tiempo.
A pesar de que solo una pantalla en el fondo era parte de la
escenografía, Alborán se encargó de que los pocos detalles que le
acompañaban en tarima pasaran desapercibidos, pues cada paso y cada
cambio de instrumento musical a la hora de derrochar cada uno de sus
temas, envolvía al público joven-adulto que se dio cita al concierto, y
entre el que había muchos hombres.
Ecos y Recuérdame, a piano; Caramelo, con el bajo, y Miedo, con
su guitarra, mantuvieron al público coreando cada una de las
interpretaciones.
El Beso, Ahogándome Tu Adiós, Dónde Está El Amor y Te he Echado de Menos, pusieron la algarabía al máximo, y cuando cantó Tanto, fue cuando el público más le acompañó,
cantando con él a todo pulmón, haciéndole saber que, por lo menos en ese
momento, no estaba solo.
Sus peculiares bailes y movimientos tampoco dejaron de arrebatar
gritos de las mujeres, que enloquecieron con el cantante español al
interpretar su tema Éxtasis.
Con la composición Volver a Empezar, se despidió momentáneamente del
escenario, al que regresó interpretando su éxito Solamente Tú,
acompañado de su guitarra. Estar lejos de casa y que te hagan sentir
como que estás en ella es algo mágico, fueron algunas de palabras que
expresó Pablo Alborán como muestra de agradecimiento al pueblo
dominicano que lo ovacionó.
Por Fin, Gracias y Despídete, fueron señales de que casi culminaba
el concierto, por lo que para cerrar la noche tomó la bandera nacional,
la colocó en sus hombros, y con el tema Vívela puso al público a
brincar, despidiéndose del escenario cuando el reloj marcaba las 10:50
de la noche, luego de casi dos horas de puras emociones.
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