Por Gerardo Duarte / El Porvenir
Foto suministrada
24 de abril de 2015
El romanticismo de Pablo Alborán atacó al corazón directo y sin escalas. Con una producción sencilla, pero lucidora, el español llegó, por
primera vez, al Auditorio Banamex para presentar su Tour Terral 2015, el
cual atrapó a 3,700 personas.
Letras de amor y desamor formaron parte de su repertorio; sin embargo, su voz fue la causante de cientos de suspiros y gritos. El originario de Málaga, España, tomó el escenario a las 21:48 horas con
el tema Está Permitido, la cual anunció, tal como lo dice el tema, que
en la noche todo se podía hacer y así fue.
El público no podía esperar menos. Su primera noche en la ciudad fue siempre de más y más, y así lo demostró cuando avivó las emociones de los asistentes con los éxitos La Escalera y Pasos de Cero, que fueron coreadas de inicio a fin.
El intérprete no solo llegó con voz, sino también con pasos de baile muy provocativos, que, sin duda, lo hicieron lucir muchísimo más. Un Buen Amor y ' fueron otros de los éxitos bien recibidos en la velada. Sin embargo, cuando interpretó Quién el recinto se le unió a una sola voz y el artista lo agradeció.
La velada mantuvo su nivel y el ánimo no decayó, sino todo lo contrario. Alborán sabía no podía decepcionar a sus seguidores regios. Caramelo, El Olvido y Miedo así lo pusieron en manifiesto y fueron de las favoritas de los asistentes que escucharon a detalle las canciones y aprovecharon para dedicar una que otra.
En formato acústico, el intérprete dio paso a El Beso, Perdóname, Te He Echado de Menos y Ahogándome tu Adiós, las cuales sedujeron con la pura voz a la concurrencia y vaya de qué manera, pues conquistó desde las primeras notas. También interpretó Dónde Está El Amor y Tanto, de lo más reciente de su música, y que, sin duda, fueron de lo mejor de la noche por su fuerza interpretativa.
Éxtasis y Volver a Empezar fueron bien recibidas, pero cuando cedió terreno a Solamente Tú, su primer hit en 2011, la concurrencia le entregó una larga ovación. Por Fin, Gracias y Despídete enmarcaban el final de la velada; sin embargo, Alborán entregó Vívela, al filo de las 23:30 horas, para decir adiós de manera definitiva.
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